Todos tenemos una forma de ver el mundo, incluso tenemos criterios de lo que nos gusta ver y lo que no, lo que nos llama la atención y lo que nos aleja de algo, pues Olt Aicher nos trata de explicar las distintas formas de ver al mundo, pues la visión no siempre tiene la razón, hay veces que se debe de recurrir a algo más filosófico.
Recordemos que la visión se puede definir como un cosmos radiante, porque siempre encontraremos algo que nunca hayamos visto, ya sea algo positivo o negativo, aunque de igual forma, el uso que le hemos dado a la vista lo ha definido la civilización, pues en un principio la vista es para distinguir peligros, sin embargo, conforme la humanidad ha ido avanzando se trató de captar la atención de la mirada a otros fines.
De igual forma, nos menciona la parte de la proyección, lo cual es tener una idea de “solución” que en teoría es buena, pero no se piensa en las consecuencias que se podrían tener en un futuro.